Sin que lo sepas hablo de ti. Alguien como tú no entiende de lenguaje binario como el que invento en cada intento por hacerte sufrir. He inventado recuerdos para que las palabras no las entiendan. Me desespera el golpeteo al escribir, pero solamente puedo evitar el ver cuando te tengo frente a mi.
Desespero de no tener un tambor para construir más palabras binarias, para mentirte y para sonreír. Tengo un compromiso para omitir, debo escoger entre dormir y ser feliz. No puedo mediar entre olas y cincuenta y tres acordes, necesito sentirte venir. Para alguien como yo, la cama nunca estará lista. Alguien como tú debe de saber que cuando sangro es porque he dejado de sentir. Etiqueto mis entradas, no con camionetas, vacaciones o fotocopias; establezco mi presencia con silencios incontrolables. Es el como hablas detrás de mi, es así como te uso para poder escribir en binario una vez más.
Continúo acomodando tramos, reparo algunos rotos y enderezo mi columna a base de estar parado cuando como todas esas bellas letras. Ya no te creo cuando empiezas a mentir, no te creo ya. Tengo una nariz de muppet y no tardando saldré al aire para tener de donde partir.
No puedo concluir en si. Nada depende de ti, pero hoy si quiero dormir te tengo que omitir. Despertar y publicar, guardar o pulsar, ya en nada me parezco a la arcilla que sostiene mi nombre. Sin que lo sepas hablo de ti.
Ahora busco la forma de ya no mentir. No estoy listo para ti, ni tu para mi. ¿Todavía te haces llamar Reimi? Sé que recuerdas mi nombre. Pues deberías alejarte de mi. Corre, que yo ya voy por ti.
Deja una respuesta