Martes antes de regresar al trabajo.

No quisiera poner de pretexto el no saber qué hacer. No me concentro en qué proyecto levantar. Me fui a dormir, queriendo despertar para continuar un guion, esa era mi prioridad. Desperté buscando el depósito del SAT y al no encontrarlo comenzó la cascada de posibilidades truncas entre inversiones y huecos para argumentar el cómo rellenar lo gastado antes del reintegro. Me topo con escenarios con flores, y aunque ya coloqué la primera, hay espacios que sigo añorando se transformen porque sigo con la idea de procurar un lugar para trabajar. Es sumamente evidente que sigo posponiendo el actuar, no hace falta nada de eso, no al menos en mi plan actual. Algo me sigue deteniendo, no sé si la falta de vino, el extremo sueño al despertar o simplemente la desesperanza de volver a soñar. Lugares para sentarse, lugares para estar, contemplar la luz, sentarse a leer, no es mala idea. No es mala opción. ¿Donde estaban esos sillones? Claro, en el camino hacia el grande.

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