Ocurrió como un bloqueo, pasó al sentirme una partícula, al darme cuenta de la volatilidad de mi sonrisa. Llevo más de dieciocho meses queriendo hacerlo. Me ha resultado más sencillo nadar a 17º ambiente que volver a hablar de mi. Es tanto lo que abarco en un abrazo que el caos nubla mi tacto.
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